jueves, 3 de mayo de 2007

Comunicación Política


La comunicación política se presenta como un conjunto heterogéneo de teorías y técnicas, pero a la vez designa prácticas directamente políticas. Inspira estrategias y conductas que varían según las posiciones de poder y las situaciones vividas por los actores de la vida política. En este contexto, se hace hoy en día indispensable un desarrollo conjunto de elementos relativos a la participación de los ciudadanos que animan cada vez más la comunicación política desde la base. Detrás de la información espontánea, de las formas de acción colectiva y de los esfuerzos emprendidos localmente o a partir de una puesta en marcha de la tecnología o incluso por la institucionalización de la deliberación, lo que está en juego es la capacidad de los ciudadanos para tomar la palabra e intervenir en la distribución democratizada del poder. Sin embargo, a juicio personal, esto no es del todo posible en la medida que los ciudadanos no posean las armas necesarias para ser tener ingerencia no en el proceso de toma de decisiones (que pertenece a las elites), sino que el debate y en la discusión respecto a esas decisiones que nos afectan a todos.
Si pensamos los orígenes de la comunicación política adquiere una relevancia central en el contexto de los regímenes democráticos de fines de siglo. Su paulatina autonomía parte del hecho de que el ejercicio del poder público abandona los espacios de la clandestinidad y de la razón de Estado ante la publicidad de su influencia y de sus actos. Tal publicidad se configura gracias al desarrollo de los medios de comunicación de masas (prensa, radio y TV), así como de las nuevas tecnologías de información (TIC’s) y comunicación (cable, satélite, telemática).
Por otro lado, el seguimiento de los hechos y actos del poder público se ha situado bajo la perspectiva de la defensa de las libertades relativas a la expresión y a la información, aspecto que tiene su punto histórico de arranque en la declaración francesa de los derechos del hombre y del ciudadano publicada en 1789.
El poder pasa de los oscuros callejones de su configuración y ejercicio a los grandes espacios de la publicidad. En tiempos de las grandes monarquías europeas, el poder real detentaba el monopolio de la información, el cual fungía como un valiosísimo termómetro de la obediencia de los súbditos (cohersión). Hoy, los pasos del hombre político son seguidos de cerca por el gobernado a través de los medios de comunicación. Es decir, los medios de comunicación personalizan y dramatizan a los actores políticos relevantes.
La comunicación política ha sido definida desde dos puntos de vista: de una manera amplia, distinguiéndola de la comunicación genérica por razón de su contenido y de forma estricta, apelando al universo de fenómenos que contiene (élites, electores, gobernantes, medios de comunicación, estudio de la opinión pública, realización de sondeos de opinión).
Para el autor, lo central de la comunicación política es su carácter de ser persuasiva-estratégica. A saber, al identificar nuevos objetivos y temas de la agenda política que se deben traducir en políticas públicas para la resolución de los problemas nacionales, la comunicación política deviene en una forma de comunicación social e institucional. Todo ello, a su vez, permite la determinación de técnicas, estrategias y planes requeridos para llevar a cabo dichas estrategias políticas. A partir de ello es posible obtener la aceptación mayoritaria de los gobernados.
En términos de Jacques Gerstlé, la comunicación política cumple con tal función cuando se le entiende como " el conjunto de técnicas y de procedimientos que poseen los actores políticos, y particularmente los gobernantes, para atraer, controlar y persuadir a la opinión pública (para hacer o no hacer algo)".
Pero la comunicación política no se hace por sí sola, sino que, para poder comprenderla, es central entender la lógica de la persuasión que ve su génesis en la retórica aristotélica.
Si aceptamos que la comunicación política, como fin, es ser un mecanismo de transformación y no simplemente de sumar adhesiones para mantener el orden social establecido bajo un régimen democrático, sabremos que la capacidad de influenciar a otros será un medio que generaremos a partir de nuestro discurso, el cual se constituye a partir de un exordio, narración, demostración y un epílogo. Al verlo llevado a la praxis notaremos que lo que hacemos es persuadir y convencer.

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A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...

A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...
La verdadera riqueza de los individuos está en su perseverancia y en su constancia