Opinión: Nietzche y la política

Nietzsche, en su libro "El Anticristo", escribe sobre cómo la cristiandad se ha convertido en una ideología establecida por instituciones como la Iglesia, y cómo las iglesias han fallado a la hora de representar la vida de Jesús. Es importante, para él, distinguir entre la religión de la cristiandad y la persona de Jesús.

Bajo este prisma, podemos decir que la actividad política es es el proceso y actividad orientada, ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para la consecución de unos objetivos. A su vez, esta toma de decisiones grupales debiera ser trabajo de la clase política, es decir, los políticos.

Ahora bien, si separamos ambas cosas, podemos decir que la política ha cumplido su cometido. Sin embargo, es la clase política la que ha empeorado y caído en un espiral de corrupción, falacias y donde la pérdida de los valores de la honestidad, de cumplir con los compromisos asumidos (basta recordar a nuestra presidenta y la paridad de géneros y que "nadie se repetiría el plato en su gobierno) y asumir los errores y las responsabilidades son actos que atentan contra el orden social y, sobre todo, contra los ciudadanos, quienes los legitiman en las elecciones a través del voto.

En síntesis, el descontento no debe ser con la política o con la democracia, sino con los actores que la llevan a cabo de manera mediocre y velando, cual zorros, por sus propios intereses en desmedro del bien común.