viernes, 10 de septiembre de 2010

La huelga del oportunismo

Sin asumir sus responsabilidades por el racismo y represión de sus gobiernos, diversos personeros de la Concertación ahora hacen gárgaras de solidaridad y exigen se cumplan las recomendaciones de Naciones Unidas y se reforme la Ley Anterrorista. Lo llamativo es que recuerden todo ahora que son oposición y no tienen el manto protector del poder cubriendo sus espaldas.

Mejor aún, no dan ninguna muestra de arrepentimiento, ni de autocrítica. La cosa es echarle la culpa al empedrado, lavarse las manos y que las nuevas autoridades busquen algún milagro y hagan en cuatro años lo que ellos no fueron capaces de hacer en 20.

Llamativo resulta también que esta ola de solidaridad que embarga a personeros de la ahora oposición se de en una lógica donde fueron ellos quienes convirtieron a los que hoy defienden en presos políticos mapuches.

Este tipo de actitudes, entre otras, son las que han generado el desencanto entre el mundo político y los ciudadanos “de a pie” como les gusta decir a algunos. La inconsecuencia y el afán de figurar en los medios de comunicación por parte de estos parlamentarios, que se olvidan de su institucionalidad y que son elegidos por la gente para representarlos en el parlamento y no andar haciendo tonteras y avergonzando a sus electores, pareciera ser más fuerte que soluciones concretas y reales que apunte a una exigencia milenaria por parte del pueblo mapuche.

Ad portas del bicentenario de nuestro país la reflexión final podría ser de recomendaciones, críticas y autocríticas varias. Pero simplemente hay que ser capaces de entender algo que, nos guste o no, nuestra clase política se esfuerza en representar. El circo político da para mucho y la verdad es que a ratos la realidad supera en mucho a la ficción.

A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...

A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...
La verdadera riqueza de los individuos está en su perseverancia y en su constancia