jueves, 15 de mayo de 2008

Opinión: Jóvenes y Política en Chile

Resulta común escuchar a muchos jóvenes decir “soy apolítico”, lo que incurre en una gravísima falta porque toda persona tiene algún tipo de ideología, lo que no necesariamente debe ser reflejada y plasmada a través de un partido político.
De hecho, excluirse y no ser partícipes del sistema político es una forma de hacer política. La exclusión, automarginarse, representan mensajes para la clase política, a saber, algo está pasando: ¡¿Por qué los jóvenes no “están ni ahí” con la política?!.
En la actualidad, y según los datos de los sitios web “eletoral.cl” y “server.cl” más de dos millones de jóvenes no están inscritos en los registros electorales. Y se prevé que esta tendencia vaya en aumento en la medida que los partidos políticos chilenos no acusen recibo de esta situación.
De hecho, en un año electoral como 2008, en que se llevarán a cabo las elecciones municipales, y el próximo las parlamentarias y presidenciales, el discurso de la clase política se vuelca en esta ocasión no sólo al caballito de batalla por excelencia: La Clase Media. Ahora apuntan a encantar a este electorado pasivo, los jóvenes, para que jueguen un rol activo a través de las urnas. Ahora bien, esta invitación viene principalmente de las juventudes políticas, cuyas directivas por lo general bordean los 30-35 años, e incluso más en el caso de la derecha. Curioso.
No conformes con eso se esfuerzan todos los días en mostrar, a través de los medios de comunicación que por lo general son los que tienen la culpa de que los políticos actúen mal (“la culpa es de los periodistas”), hechos de corrupción, peleas y divisiones internas en los partidos, que la derecha critica a la izquierda y viceversa. Todo enmarcado por supuesto dentro del espíritu de hacer una política “constructiva y atrayente para los electores”.
Como diría un político amigo: “¡Nadie es tu mejor candidato!. Porque nadie te escucha, nadie va a hacer nada por ti, nadie piensa cambiar el sistema binominal, nadie que te prometa algo lo va a cumplir”. No sé si creerle. Personalmente me gusta la política y soy un convencido, tal como lo dijo Lenin, que “ la política es un 10% teoría y un 90% práctica”. O como decía Jaime Guzmán interpretando a Lenin, “la política es un 10% pensar y un 90% de sudor”. Lo curioso es que ambos representan polos opuestos del mundo político, pero tienen un punto de vista común. Si para García Márquez el periodismo no se hace en los escritorios sino en la calle, tanto para Lenin como Guzmán la política se hace en el servicio y en el contacto directo con las personas.
Pero, como la gracia en Chile es hacer las cosas a medias o a última hora lo más probable es que a partir de octubre empiecen las promesas y mágicamente se generen espacios de participación juveniles.

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A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...

A mí Tio Dario (Q.E.P.D)...
La verdadera riqueza de los individuos está en su perseverancia y en su constancia